Acerca de El Happy Place

Foto de Alexandra Brum creadora de El Happy Place

Mi nombre es Alexandra Brum y soy creadora de El Happy Place, espacio de terapias holísticas complementarias y cuidado personal.

Luego de atravesar un camino personal de sanación emocional, y transformar positivamente mi salud mental, me entrené en técnicas y prácticas de terapia holística y gestión emocional. El enfoque de mi trabajo es un acompañiamiento  terapeutico complementario, mediante técnicas como el mindfulness, meditación tradicional, terapias energeticas, herramientas de la psicología positiva y prácticas espirituales.

Alineada con el aprendizaje en cada experiencia, entre fracasos y triunfos, descubrí que existen tantos caminos de sanación para explorar, cómo personas hay en el mundo, y la mejor medicina es aquella que cada persona logra encontrar dentro de sí misma cuando se propone cultivar el terreno para que florezca la armonía y la presencia.

Mi proceso personal

El viaje de descubrimiento hacia adentro comenzó cuando el estrés, la presión social y económica, el bagaje emocional no procesado, los duelos no vividos y la constante evasión de la realidad, terminaron por encontrarme en un oscuro periodo de ataques de pánico y ansiedad crónica física y mentalmente debilitantes, y una depresión funcional de la que no fui consciente hasta poner una pausa a las distracciones y estimulantes con los que escapaba cuando tenía la oportunidad. Cuando me di cuenta de lo profundo que estaba en aquel túnel de sombras, me vi obligada a hacerme unas cuantas preguntas y responder con sinceridad.

¿Cuánto tiempo más podría soportar mi cuerpo los resultados de la vida que llevaba?

¿La persona en el espejo, era realmente la persona que quería ser?

¿Cuánto tiempo más iba a seguir escapando del dolor emocional?

¿Hasta donde estaba dispuesta a llegar para esconder los síntomas de una mente exhausta?

¿Por qué todo aquello que había conseguido hasta entonces, no era suficiente ni generaba satisfacción, cuando a diferencia de cómo había crecido yo estaba en “mi mejor momento”?

Lentamente fui caminando en la dirección que apuntaban las respuestas a cada una de estas preguntas. Descubrí que los procesos personales son misteriosos y totalmente diferentes para cada persona. Bailamos en diferentes ritmos, y la complejidad que nos caracteriza como humanos puede sentirse pesada y abrumadora en muchas instancias.

El primer encuentro con la raíz de mis dolencias, fue al despertarme una mañana para darme cuenta que la oscuridad ya había tomado control por completo de todas las áreas de mi vida y corría el riesgo de seguir alejando personas valiosas, dejar pasar oportunidades únicas y seguir viviendo una vida opuesta a todo lo que en algún momento había soñado. Pero como la oscuridad es el complemento esencial de la luz, comencé por encender una vela y reconectarme con la vida espiritual que tanto enriqueció la curiosidad de mi adolescencia. En consecuencia, ese primer paso trajo otras respuestas, que fueron apuntando a otros caminos, y con cada paso, momento a momento, la claridad de la luz que entraba en cada apertura, volvió a iluminar mi mundo interno. Encontré la medicina que necesitaba, encontré las prácticas que vibraban en mi sintonía, y descubrí las técnicas que fortalecen mi voluntad y expanden mi potencial para atravesar y superar los desafíos y los cambios inevitables que la vida presenta. El túnel de sombras, poco a poco se fue disipando y las mochilas cargadas de viejas y amargas emociones se fueron vaciando de lo que ya no era necesario, y el contenido que todavía sigue sostenido, ahora tiene el lugar que le corresponde.

Los procesos son tan largos como tengan que ser para cada persona, y eso es lo más liberador que descubrí transitando mi propio camino, pero también reconocí que todo proceso comienza el día que hacemos espacio y tiempo para sentirnos y observarnos con ojos de compasión y con una actitud de paciencia amorosa.

Cuando enfrentamos la dolorosa realidad de que no controlamos nada, también descubrimos que lo único que controlamos es cómo vivimos esa realidad, por eso somos responsables de buscar la mejor manera de hacerlo. El desarrollo de herramientas personales para responder de manera consciente a nuestras necesidades emocionales, mentales y físicas, no son un lujo, ni un privilegio de pocos. Es una práctica constante y natural, que el sistema que rige el mundo en el que vivimos, erradicó por completo.

 

Mindfulness, gestión emocional y cuidado personal

La propuesta de El Happy Place en esta plataforma, es brindar apoyo y guía en los procesos de sanación y transformación personal, a través de recursos terapéuticos, información, y herramientas prácticas y accesibles, reconociendo esa maravillosa complejidad y el magnífico potencial que ya existe y vibra dentro de cada persona.

El Happy Place como consultorio en un espacio físico, y ahora en un formato digital, es un espacio para todas esas personas interesadas en construir un estilo de vida consciente, holístico y equilibrado. Personas que buscan un espacio para sentirse, escucharse y reconectarse o conectarse por primera vez, con lo que necesitan para sanar. Nuestro objetivo es ayudar a que que cada proceso personal se integre con Amor, responsabilidad y respeto a todos las partes que construyen nuestra existencia.

En El Happy Place el apoyo y la guía vienen de lugares diferentes que se encuentran, y se retroalimentan entre sí, porque la sanación no es lineal, y si lo fuera, no habría lugar para el disfrute, algo que en El Happy Place valoramos muchísimo.

La práctica de Mindfulness y Meditación como base de técnicas, ejercicios y recursos terapéuticos para aprender a sentir, escuchar, observar y soltar. Encarnar gestión emocional desde la observación compasiva y la aceptación amorosa.

 

La práctica del Cuidado Personal reconociendo a la persona como un todo. La integración total del cuerpo, la mente y el espíritu y su entorno, para responder a las necesidades, las limitaciones, el disfrute, el caos y la plenitud, de los cambios y transformaciones personales.

 

Los ciclos de finales y comienzos que la majestuosa Luna representa están presentes en nuestra vida. La energía de sus diferentes fases que afectan nuestras emociones de la misma forma que afectan la naturaleza, nos enseña que somos uno con el Universo y con la fuente misteriosa de toda la creación. Es por esto que el camino de La Triple Diosa como camino espiritual es la guia y mapa de conexión con lo Divino.

 

Te invito a que explores nuestro sitio y descubras las herramientas y prácticas alternativas que tenemos disponibles para apoyar tu proceso personal, y enviarnos consultas sobre los recursos terapéuticos disponibles en formato digital, como sesiones online de mindfulness y gestión emocional, grabaciones de talleres y demás oportunidades que vamos a ir sumando a medida que nos vamos expandiendo.

Por donde elijas transitar tu camino de sanación, te deseo que lo hagas con Amor, compasión, paciencia y coraje, y que todo lo maravilloso que el Universo tiene para ti, llegue a las puertas de tu corazón y tu vida se llene de bendiciones.

¡Desde mi happy place, al tuyo!