La gratitud es parte fundamental de la práctica de mindfulness. Es ésta actitud de apreciación la que expande la capacidad de estar centrados en el ahora, cada vez que manera voluntaria se lleva la atención al presente.

Centrados en el momento presente, se logra observar los pensamientos y las emociones que predominan en nuestra personalidad, pero también podemos amplificar la observación sobre las bendiciones que nos rodean.

Con la atención puesta en las razones por las que sentimos gratitud genuina y auténtica, nos damos cuenta que aquello que nos enoja o nos causa tensión, puede estar vinculado a un hábito de queja constante, preocupación o resistencia. La práctica de apreciación amorosa nos acerca a entender que la mayoría de las veces, es nuestra propia proyección hacia la vida lo que genera un gran estado de malestar.

Cambiando el foco de atención y llevándolo de la queja hacia la gratitud, ocurre un movimiento interno capaz de elevar nuestra propia frecuencia vibratoria, porque el mensaje que nuestro sistema nervioso empieza a recibir es totalmente diferente al mensaje que usualmente recibe, de queja constante, de preocupaciones sin sentido real y juicios limitantes .

Llevando nuestra atención a situaciones, personas o elementos que nos generan sentimientos de gratitud, nos entrenamos de manera consciente para estar más familiarizados con sensaciones de seguridad, equilibrio y satisfacción.

Frecuencia vibratoria de la gratitud

Cartel de neón con la palabra thank you

Los pensamientos y emociones son energía y la energía es vibración. Por lo que un pensamiento de gratitud es capaz de despertar nuevas emociones positivas o neutrales, haciendo que la experiencia ante una dificultad se perciba con aceptación y optimismo.

Gratitud puede ser un estado de ánimo, un comportamiento, una perspectiva o en una actitud de negación, puede convertirse en una postura de bypass espiritual. Pero si nuestra mente por razones relacionadas a situaciones traumáticas está condicionada a estar hiperalerta a las situaciones que generan estrés, episodios depresivos o tenemos la tendencia a perdernos en espirales de pensamientos y narrativas internas negativas, nos beneficiamos de la gratitud al convertirla en una práctica activa.

En mi opinión, la práctica activa de la gratitud es una manera más genuina de hacer que este estado de apreciación sea parte de nuestras vidas, porque la idea de realizar una práctica de atención plena, no es negar que existen momentos dolorosos y procesos personales difíciles. La práctica de un hábito o de un nuevo comportamiento que deseamos adoptar, es justamente practicar, entrenarse. No significa dejar de hacer una cosa, para hacer otra completamente diferente de la noche a la mañana, y volcarse hacia un positivismo irreal y  forzoso que lleva a la negación de la vida tal y como es.

La práctica deliberada y activa de gratitud no excluye a los momentos difíciles ni a los desafíos. En relación a las situaciones que nos despiertan emociones complejas de procesar, la gratitud puede también estar presente al apreciar el aprendizaje que trae el dolor y la dificultad. Es aceptando este aprendizaje e integrandolo, que nos movemos de lugar interno. Nos damos cuenta lo que ya no deseamos repetir, y nos enfocamos en nuevos caminos.

Cuanto más enfocados estamos en nuestra práctica de gratitud, más se energiza el cuerpo con vibraciones elevadas y comenzamos a sentirnos mejor físicamente, motivados a probar cosas nuevas, a mover el cuerpo, a permitirnos fluir en confianza y estar presentes. Si nos damos cuenta que un pensamiento pesimista es capaz de afectar la vitalidad y el ánimo de una persona, es imposible negar que lo mismo sucede si llevamos nuestra atención a pensamientos de gratitud. Un pensamiento de gratitud puede afectar nuestro estado de ánimo liberando endorfinas y generando estados de bienestar.

Cuando comenzamos a integrar la gratitud como un ser, más que allá de un hacer, nuestro entorno empieza a iluminarse y nuestro mundo interno encuentra calma y serenidad.

“La verdadera riqueza de la gratitud
Es que con cada cosa
que agradeces,

Te haces cada vez
más presente.”

 

 

-Robert Holden

Integra la gratitud a través de estas prácticas de atención plena

1. Journaling (Escritura terapéutica)

Toma 10 minutos para escribir una nota de agradecimiento a una de esas personas que participan activamente en tu vida, brindando apoyo y palabras de ánimo, alguien que provee una buena calidad de vida, protege o genera estados de bienestar.

2. Escritura terapéutica para llevar la atención hacia la gratitud

  • Escribe en un diario personal sobre los momentos en el pasado donde has podido sobreponerte a dificultades y superar obstáculos.
  • Pregúntate cuantas cosas tuvieron que pasar para que hoy, estés aquí.
    Anota una lista de estos momentos sin perderte en los detalles.
  • Hazte consciente de la fortaleza y la vulnerabilidad que has desarrollado en el camino.
  • Haz una lista de los recursos internos que has cultivado y el aprendizaje adquirido.
  • Agradece lo aprendido, lo vivido, lo disfrutado y todo lo que vendrá.
  • Haz una lista de las intenciones que tienes para tu vida.
    Cosas que deseas probar, conocer y aprender.

También puede interesarte leer el artículo sobre el cultivo de una autoestima sana y consciente

Practica la gratitud a través del mindfulness

Mujer acostada en un mat de yoga escuchando una meditación guiada

Escucha esta práctica guiada de mindfulness y luego intenta realizar la siguiente visualización:

Imagina que te despiertas
un día cualquiera y estás rodeada de todo lo que te hace sentir gratitud…

Ahora…

Imagina que te despiertas un día cualquiera y estás rodeada de todo por lo que te quejas y por lo que te estresa…

Una vez más…

Imagina que te despiertas y eliges tres cosas por las sientes gratitud y que tu atención está cada vez más enfocada en esas cosas. En las bendiciones y las posibilidades de crecimiento que forman parte del momento presente.

Mañana cuando te despiertes, elige bien donde poner tu atención.

Más artículos disponibles

Como dejar ir y fluir con la vida

Como dejar ir y fluir con la vida

En este artículo vas a encontrar sugerencias de gestión emocional y una práctica guiada para aprender a dejar ir de manera consciente desde la perspectiva de la atención plena.