El equilibrio emocional lo construimos de adentro hacia afuera
Mientras a nivel colectivo experimentamos situaciones que han despertado mucho miedo, incertidumbre y dolor, se nos hace cada vez más difícil encontrar equilibrio emocional.
Pero quizá esta inestabilidad es la que necesitamos como sociedad para construir bases fuertes y conscientes, haciendo una prioridad el acto de conocer y cuidar mejor de nuestra mente, atender nuestros cuerpos y nutrir nuestras emociones. Esta es la revolución que nos lleva a transformar nuestro entorno y el mundo en el que vivimos.
En este artículo les voy a compartir como la práctica de meditación mindfulness y las actitudes de atención plena, nos ayudan en la construcción de equilibrio emocional consciente, desarrollando nuevos comportamientos y ampliando nuestra perspectiva.
Como encontrar equilibrio emocional en momentos de cambio y transformación.
Si estas leyendo este articulo, seguramente te encuentres en un camino de búsqueda personal, y ya descubriste que el proceso no es nada lineal. En los procesos de cambio y transformación es necesario afrontar momentos dolorosos que nos conectan con el pasado, y también es saludable hacer las paces con la incertidumbre del futuro. Esto es el corazón del equilibrio emocional.
Cuando nuestra intención es sanar nuestras heridas emocionales, evitar el dolor no es una opción. Aprender a sentir el dolor es entrenarse para conectar con la raíz de las heridas, integrando todo lo que ese sufrimiento nos viene a enseñar.
Este movimiento interno de observación profunda y entrega, permite que el equilibrio emocional suceda sin esfuerzo
Cuando nuestra intención es sanar nuestras heridas emocionales, evitar el dolor no es una opción.
La ilusión de tener el control sobre lo que sucede a nuestro alrededor es lo que muchas veces nos lleva a perdernos en la espiral mental de agotamiento, frustración, amargura y resentimiento que nos sacude hasta dejarnos muchas veces sin esperanza. Pronto nos damos cuenta que de lo único que podemos hacernos cargo, es de la forma en cómo enfrentamos los momentos difíciles.
“La práctica de mindfulness es como trabajar en el cuidado de un jardín:
el jardín florece cuando ciertas condiciones están presentes.”
El Doctor Jon Kabat – Zinn es el creador del programa de mindfulness como tratamiento para gestionar trastornos emocionales y situaciones traumáticas. Unió sus conocimientos de psicología y psiquiatría, con la sabiduría que adquirió tras entrenarse en la meditación budista Vippasana por muchos años. Jon Kabat-Zinn sostiene que para que la mente pueda entrenarse para estar presente y de esta manera reducir los estresores que generan múltiples problemas de salud, es importante cultivar ciertas actitudes personales para fertilizar el espacio interno desde donde surge la consciencia plena.
Construye equilibrio emocional cultivando estas 7 actitudes de mindfulness
1. No juzgar
Asumir una postura de observador imparcial de lo que sucede fuera de nosotros mismos. Sin juicios en piloto automático, ni etiquetas que pueden conducirnos a posturas precipitadas y extremas. De esta manera podremos ver mejor la realidad sin vincularnos tan emocionalmente con ella. Tampoco hay que juzgar y castigar por caer en las actitudes de juicio, porque esta y todas las siguientes actitudes son prácticas que se van fortaleciendo con el tiempo. Tratarse con paciencia y compasión es la forma más elevada del no juicio.
2. Paciencia
Tener paciencia con el proceso personal y de otros, ya que lleva algún tiempo adquirir e integrar lo que sea que se está aprendiendo. Esto se fortalece de la autocompasión y de mantenerse abierto a cada momento que se desarrolla en el día a día. La paciencia demuestra que comprendemos que todo lleva su tiempo en sanar, deconstruirse, crearse, construirse, y adaptarse.
3. Mente de Principiante
Se trata de contemplar las cosas como si se experimentaran por primera vez, con curiosidad, notar que ningún momento es igual a otro y que posee posibilidades únicas. De toda circunstancia se puede aprender algo y es en las lecciones aprendidas que podemos también aplicar la gratitud en momentos difíciles porque toda dificultad atiende una lección.
4. Confianza
Confía en ti mismo y en tus sentimientos, en tu sabiduría, recursos y talentos naturales, escucha tu intuición y mantén la autenticidad. Si sientes que algo no vibra contigo no tienes que ser parte de esas situaciones. No podemos comparar la experiencia ajena con la nuestra. Aceptar que cada persona es única y que cada persona cuenta con sus propias fortalezas, abrazando las diferencias que nos fortalecen.
5. No esforzarse
Es posiblemente la actitud más paradójica pues, aunque meditar exige un esfuerzo, los mayores beneficios llegan del no esfuerzo por alcanzar ese equilibrio emocional.
Se trataría más bien de no forzar resultados, de no obligarse a conseguir objetivos concretos (calmar un dolor, tranquilizarse, hacerse mejor persona, ser excelente, alcanzar la perfección) y aceptar las cosas tal como son y cómo se van presentando, poniendo más énfasis en el proceso del momento a momento. Dándonos permiso para sentir todo. Asumir una postura ligera y compasiva, entendiendo que todo es pasajero.
6. Aceptación
Observar lo que ocurre y admitir lo que pasa tal cual es en el presente, sin intentar que sea de otra manera o sumarle interpretaciones personales basadas en viejas experiencias. Cuando intentamos forzar situaciones para que se sientan como nos gustaría, en vez de verlas y vivirlas tal y como son, se gasta gran cantidad de tiempo y energía y se acumula tensión. Esto no se trata de confundir la aceptación con desesperanza, resignación o pasividad. La aceptación viene de un lugar activo y firme, atento a la realidad, para saber que paso dar, o que decisión timar en el momento que sea necesario.
La aceptación de la que hablamos significa desarrollar la habilidad de ver las cosas como son para poder tomar mejores decisiones, más sabias. Si intentamos resolver desde interpretaciones falsas es muy difícil que actuemos de forma adecuada.
7. Dejar ir
Ceder, no apegarnos a determinadas cosas, ideas, sensaciones y especialmente los resultados. Cuando comenzamos a prestar atención a nuestra experiencia interna, es muy frecuente darnos cuenta de que nuestra mente tiende a aferrarse a algunas cuestiones del pasado o del futuro. En la práctica meditativa dejamos ir esos pensamientos, soltamos, dejamos ir y dejamos ser.
Intenta poco a poco integrar estas actitudes en tu vida cotidiana, permitiéndote siempre observar el desarrollo y la práctica con compasión y amabilidad, abrazando el procesos de aprendizaje a través de las prácticas de meditación mindfulness y todo lo que te propongas para sentirte mejor y vivir en armonía.
En EL HAPPY PLACE contamos con programas de entrenamiento en meditación mindfulness para la gestión emocional, en las que abordamos estas actitudes cultivando el espacio interno para que crezcan. Por consultas sobre estos programas puedes comunicarte a través de la pestaña de CONTACTO. ¡No dudes en comunicarte!
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