La oportunidad de renovación de la Luna Nueva
Todo lo que es familiar y fácil, todo lo que estaba masticado y digerido, tiene un momento que se disuelve con las aguas de los procesos de transformación, y en los océanos de lágrimas, todo se desarma contra las piedras de la incomodidad.
Con cada paso hacia adelante existe la intención de crecimiento. Pero para crecer, es necesario emprender nuevos caminos, y cuando todavía se carga el bagaje de historias y recuerdos que no hemos sanado, este bagaje se convierte en un pesado obstaculo personal. Un monton de emociones que se han escondido en el miedo al dolor. Entonces es allí en el encuentro con los dolores del pasado que no han sido sanamente procesados que nos damos cuenta lo poco lineal que es el camino hacia adelante.
El camino de transformación y crecimiento tiene muchas paradas estratégicas.
Paradas y pausas incómodas, momentos de introspección que nos despiertan las emociones intensas. Recuerdos del pasado que se sienten muy presentes. No siempre se entiende el por qué de volver a sentir viejas heridas, pero el proceso nos enseña que el pasado vuelve a recordarse para tener la oportunidad de verlo y sentirlo desde una nueva perspectiva, y con esta nueva conciencia pasamos del ¿por qué? al liberador ¿Para qué?
No estamos abiertos al cambio de forma ligera, siempre buscamos estabilidad, incluso cuando sabemos que nos está atravesando una profunda transformación en la que moverse de lo familiar es esencial. No hay forma que se experimente el dolor de la transformación, sin que el proceso mueva nada y la resistencia es tan natural como el cambio, es en la resistencia, incluso cuando creemos que no nos estamos resistiendo a nada, que escuchamos los ecos de las desconstrucción. Si no existiera esta incomodidad no tendríamos la oportunidad de concer una nueva versión de nosotros mismos.
¿Queremos cambio y transformación? Sí, pero pocas veces queremos lidiar con el profundo dolor que trae el duelo y la aceptación de lo que es.
En esta pausa estratégica no queda otra que volver al cuerpo. Entrar en el mundo de los sentidos y abrazarnos nuestro cuerpo, refugiarnos en nuestro templo. Sentirnos para sentir que ante todo cambio, siempre está el cuerpo enraizado al presente. Lo inmediato del momento habitado, que aunque pueda ser muchas veces intolerable, ante el espacio que construye la respiración, momento a momento, el ahora se convierte en un presente bondadoso y compasivo. Una entrega completa a la vida, con todo lo que la vida es.
En la ilusión del control que aparece en esa búsqueda de estabilidad en momentos de cambios, se asoma la idea de que tenemos el control sobre nuestros procesos, pero son estas pausas las que nos permiten ver en atención amorosa, que no tenemos cómo controlar la velocidad del cambio y la transformación. Es en esta parada estratégica que encontramos el apoyo de nuestra propia consciencia para entender que los procesos pueden ser incluso más largos de lo que preferimos o creemos que deberían ser.
La Luna Nueva nos regala la pausa de los ciclos
Con la luna nueva cerramos y abrimos las puertas de muchas historias. Los finales y los comienzos se hacen uno, dentro de la oscuridad de lo incierto se asoma una luz que va creciendo como crece la luz de la luna al iniciar su nuevo ciclo.
Como la serpiente que muerde su cola y cambia de piel, así mismo la luz comienza a desaparecer en la oscuridad, y el vacío se transforma en espacio para sostener la transformación y los momentos difíciles del proceso.
La energía de la luna nueva nos invita a ir hacia adentro aunque sea por unos momentos, y abrazar la quietud y el silencio, no con la intención de recibir claridad o algún mensaje que nos acelere el paso, sino para descansar y hacernos consciente del camino transitado. Darnos lo que necesitamos, va más allá de una palmada en la espalda o una gratificación externa para consolidar el crecimiento. Darnos lo que necesitamos en esta fase, tiene que ver con la pausa que nos regalamos para estar presentes en el proceso de transición entre lo viejo que se deja atrás y lo nuevo que se emprende. Descansar como quien descansa en un trayecto largo, para tener una siesta reparadora, una comida nutritiva y una perspectiva nueva, pues aunque quietos y en reposo, nos hemos movido de lugar. Estamos parados en un lugar nuevo, dentro y fuera. Todo al mismo tiempo.
Cómo aprovechar la pausa de La Luna Nueva
Aceptar el miedo y la incertidumbre
La mente y la resistencia son primas hermanas. La mente está muy acostumbrada a lo familiar ya que es allí donde se forma el ego o la personalidad condicionada. No hay nada malo con esto, pero cuando sabemos que nuestro crecimiento está del otro lado de lo familiar, la resistencia que se crea a nivel mental puede traer mucho dolor y malestar.
Las respiraciones conscientes, ejercicios de mindfulness y meditaciones son las herramientas ideales para estar presentes y volver al cuerpo cuando la incomodidad de la incertidumbre despierta miedo y sensación de inseguridad.
Prueba con este ejercicio de mindfulness para traerte al presente y amplificar la atención sobre lo que se está procesando. Podrás darte cuenta de las emociones que prevalecen y te permitirá verlo desde un lugar consciente, incluyendo los aspectos positivos y neutros que forman parte de la situación para encontrar balance.
Escribe sobre lo que estás sintiendo
Practica la escritura terapéutica y expresa la ansiedad y la incomodidad. Escribiendo lo que sientes puedes liberar esa tensión mental y aliviar las preocupaciones.
Aquí te dejo esta guía de escritura terapéutica para que pruebes las sugerencias pensadas para traer al presente, reducir la ansiedad y permitirte ver con claridad que tan rígidos son los miedos en contraste con tu fortaleza y resiliencia.
Mueve el cuerpo
Para volver al cuerpo tenemos que entrar en contacto con nuestra capacidad de movernos y sentirnos. Liberar tensiones y equilibrar el sistema nervioso.
Puedes probar con ejercicios de alto impacto, pero sería importante incluir ejercicios y movimientos que te permitan observar el cuerpo para tomar consciencia de la relajación y las tensiones, que a parte de ser muy saludable, al finalizar la actividad se siente delicioso.
Yo hace un tiempo sigo la cuenta de youtube de Xuan Lan Yoga y estoy fascinada porque soy una persona a la que se le hace difícil mantener constancia en el ejercicio y los videos de yoga de ella me han mantenido enganchada. La forma en cómo dirige el ejercicio es muy placentera. Lo recomiendo mucho.
Contacto con la naturaleza
Es muy importante mantener el contacto con el entorno natural. La vibración energética de la naturaleza es un bálsamo para el sistema nervioso y beneficia mucho las actividades de meditación y mindfulness porque el movimiento y crecimiento de la naturaleza nos enseña mucho sobre procesos y equilibrio.
Practica cantar mantras o meditar sobre afirmaciones
Aquí te dejo unas afirmaciones que tienen la intención de establecer un contacto directo con la confianza en nosotros mismos y en el proceso de transformación. Es importante recordarnos estar presente para recuperar sensación de seguridad.
- Confío en el proceso porque sé que el Universo me sostiene en cada paso y cada momento.
- Soy un proceso constante de comienzos y finales y no un error que debo arreglar inmediatamente.
- Me permito avanzar a mi propio ritmo con paciencia.
- Permito que otros me ayuden y me muestren el camino.
- No tengo que hacer todo a la perfección.
- Me permito sentir amor propio y confianza en mis habilidades.
- Me permito hacer todo a mi propio ritmo y detenerme cuando lo necesito.
Practica el micromomento de amor benevolente
Esta práctica es todo. Dulce, amorosa, saludable y benéfica para el cuerpo, la mente y el espíritu. Está dentro de los ejercicios informales de mindfulness y haciéndolo de manera regular, nos expande la habilidad de amar y aceptar en conciencia plena con todos los sentidos, en armonía y plenitud. Es una excelente práctica para regular el sistema nervioso.
Consiste en abrazar a un ser querido por unos minutos, dejando la mente por fuera. Abrazar con el corazón. Durante el abrazo, mantener la atención en la respiración y el contacto con el otro para experimentar el micromomento de amor benevolente que se despierta del encuentro presente con un ser amado. Esto no solo es una práctica divertida y amorosa, sino que es una manera de conectar de inmediato con el presente y sentir seguridad.
Encuentra más recursos en la pestaña de mindfulness y meditaciones para ayudarte y apoyarte en tus procesos personales y si deseas información sobre los programas de mindfulness que ofrecemos en el happy place, te invito a que te comuniques a través de la pestaña de contacto.
Feliz Luna Nueva