Arquetipo y energía de la Luna Creciente
Desde hace muchísimo tiempo los interminables ciclos de la luna nos invitan a permitirnos experimentar en nuestra vida, las energías dinámicas correspondientes a cada una de las cuatro fases lunares. Existen cuatro arquetipos femeninos que habitan en cada fase de la luna, y que representan el fluir del incesante cambio que forma parte de la danza de la vida, y aún más específicas, responden a las diferentes fases que se expresan en las mujeres a través del ciclo menstrual.
La Virgen, La Madre, La Hechicera y La Bruja son los cuatro arquetipos presentes en cada fase. Cada una de ellas, representa la energía primordial de la expresión de estas figuras femeninas, y esta energía tiene el potencial de apoyarnos y fortalecer nuestra experiencia en diferentes aspectos de la vida y de los procesos personales.
La Luna creciente y La Virgen
El arquetipo de La Virgen tiene que ver menos con un estatus sexual, y más con el significado que originalmente se le dio a la palabra “virgen”. En el pasado, el significado de esta palabra hacía referencia a la fortaleza independiente y carácter autónomo de una mujer que tomaba decisiones y vivía su vida desde una conexión profunda con su mundo interior y su intuición exaltada. Esta actitud está acompañada de una visión fresca y clara, una concentración enfocada, organización, y con el entusiasmo, la autenticidad y la practicidad propia de una mujer joven y determinada.
En la vida actual, y en los momentos de tanta incertidumbre que estamos viviendo a nivel mundial, la seguridad y la confianza que representa este tipo de energía puede verse muy opacada, pero para seguir adelante con todos nuestros sueños y planes, es necesario crear espacio para conectar con esta energía en los momentos que está más disponible.
La luna creciente es la fase lunar cuya energía predominante responde al arquetipo de La Virgen y es en esta fase que tenemos la oportunidad de conectar y aprovechar el apoyo y potencial de la energía jovial, energizante y entusiasta que brinda la vibra de esta luna.
Trabajo personal con la energía de la Luna Creciente
Cuidado Personal
Elige un momento durante la luna creciente, en el que puedas estar contigo y regalarte un merecido descanso. Piensa en las actividades pasivas o de cuidado personal que se sientan deliciosas y te hagan bien, y organiza el día de acuerdo a las horas que le vas a dedicar a estas actividades. Recuerda que nadie puede compartir agua desde un vaso vacío, así que ten muy presente que esta fase lunar tiene todo el potencial energético para que dediques tiempo a darte lo que necesitas, para recargar las pilas, para centrarte, sentir y procesar lo que se ha venido viviendo. Para estar presente para los demás y las tareas con las que construyes tus sueños, primero debes estar presente para ti.
Experimenta algo nuevo
El entusiasmo y la curiosidad que despierta esta energía puede beneficiar momentos de aventura y exploración. Desde tomar un camino nuevo para llegar al trabajo, anotarse en un curso o probar una actividad física que nos saque de nuestra zona cómoda, la energía de la luna creciente favorece a las almas intrépidas, y fortalece la confianza y la curiosidad de aquellos más prudentes y sedentarios para expandirse a través de la novedad.
Escucha una meditación guiada
Atiende lo que el cuerpo está sintiendo, escucha las emociones y ábrete a observar tus pensamientos desde un lugar de desidentificación. Las prácticas de mindfulness y las meditaciones son excelentes actividades de cuidado personal, y bajo la influencia de la luna creciente, existe el potencial de experimentar un despertar a nuestras tendencias más inconscientes. En esta fase lunar la concentración y el enfoque de la atención están en creciente, la luz de la luna está creciendo por lo que beneficia la claridad para observarnos sin juicios ni limitaciones. Prueba con esta meditación guiada para fortalece la observación compasiva.
Escribe tu estrategia
Usa este periodo creciente para revisar y ajustar las tareas y los cambios que debes hacer para lograr tus metas y alcanzar tu propósito. Revisa las intenciones sembradas en la fase lunar anterior (Luna Nueva), y pregúntate qué es lo que debe llevarse a cabo para hacer espacio a la cosecha. Aprovecha la asertividad y organización que caracteriza a la energía de la luna creciente.
Apreciación de la belleza
Mírate al espejo y encuéntrate, tomate un tiempo para conectar con el cuerpo, con la belleza externa y la belleza presente en las habilidades, los talentos, la sabiduría, la flexibilidad y la alegría.
Celebra a los demás, sus logros y expansiones, alégrate de ser testigo de expresiones de amor y creatividad. Festeja paseando por la naturaleza y encuentra la hermosura de los paisajes dentro de ti, aceptando los cambios y las transformaciones, reconociendo la similitud de tus procesos con los procesos de la naturaleza en todo su esplendor.
Permítete admirar a los demás y tomarlos como referencia para tus proyectos y metas personales.
La fase de luna creciente nos sostiene en un periodo de enriquecimiento y disfrute, de amplificación de nuestro potencial y de un constante reajuste y fortalecimiento de nuestras intenciones más preciadas.
Déjate acunar por la luna creciente y deja que te empape de las energías disponibles para enfocarte en tu camino de crecimiento y transformación.
Más artículos disponibles

Como dejar ir y fluir con la vida
En este artículo vas a encontrar sugerencias de gestión emocional y una práctica guiada para aprender a dejar ir de manera consciente desde la perspectiva de la atención plena.

Cultivar la gratitud para fortalecer la salud emocional
En este artículo les comparto los beneficios que se han estudiado, sobre el efecto que tiene cultivar la gratitud en la salud emocional.

Cultivar la paciencia en los procesos personales
Cultivar la paciencia es quizá, la fortaleza más importante cuando queremos realizar grandes transformaciones personales.